La voz materna

Fue en 1949, cuando Alfred Tomatis formula la hipótesis de que el feto percibe la voz materna. Para él, la voz materna tiene dos funciones esenciales, que son hoy reconocidas científicamente:

• «A partir de la voz materna considerada en su aspecto maternal, se establece la estructura relacional en la que el deseo de comunicar encuentra sus puntos de apoyo. Ésta suscita en el niño que nacerá un deseo profundo de comunicarse con lo que le rodea. El feto no hace una descodificación semántica, se encuentra en una descodificación emocional, afectiva.»
• La escucha de grabaciones intraamnióticas de los sonidos externos nos muestra que protege bien las características prosódicas del habla, es decir su ritmo, su tonalidad, su modulación como las melodías.» La prosodia es la base de los procesos de codificación y descodificación del lenguaje, profundamente anclada en nuestro comportamiento verbal

Hoy, usamos la voz materna en el programa Tomatis® todas las veces que consideramos que pueden beneficiarse tanto un niño como un adulto. Para enfocar este trabajo de la voz materna, es necesario que haya habido durante la vivencia intrauterina dificultades de tipo psicológicas o fisiológicas, para la mamá o el bebé, y que estas dificultades hayan causado estrés y ansiedad de forma importante, retrasos globales del desarrollo, o retrasos de comunicación importantes.

El trabajo con la voz materna exige una preparación del sistema auditivo y emocional en la escucha intrauterina, lo que requiere de una a dos sesiones para conseguir introducir la voz materna filtrada en el programa. Será necesario entonces, de una a dos sesiones de escucha de la voz materna para permitir un trabajo de reestructuración de las emociones y de estructuración lingüística, antes de hacer frente a la continuación del programa con el parto sónico. Finalmente, se podrá retomar el curso del desarrollo normal del niño con la fase de prelenguaje, si es necesaria, y después la fase del lenguaje.

Hay que tener en cuenta, asimismo, la relación madre-hijo, así como la calidad vocal de la voz de la madre, antes de poder plantearse hacer una grabación. Si la relación entre la madre y el hijo es conflictiva, inexistente o si la voz no es de buena calidad, (pobre en armónicos agudos, falta de ritmo, de modulación, de tonalidad) o si se percibe como agresiva o ansiosa, se desaconseja hacer la grabación. No podemos olvidar que nosotros vamos a trabajar con la información emocional y afectiva que se transmitirá mediante la voz materna.

Se trata de un trabajo que requiere una anamnesis y un análisis muy preciso y profundo de las dificultades emocionales y psicológicas del niño, antes de poder plantearse su uso. Por esta razón, la utilización de la voz materna se reserva a los consultores expertos de Tomatis®.